PERSONAS Vs GENTE
Reflexionando
acerca de esa gente que intenta hacernos sentir inferiores no pude dejar de
pensar en esta curiosa distinción. Si bien anteriormente hablábamos de que cada
uno debe ser fiel a sí mismo, estas personas son uno de los principales
factores que reafirman esta absoluta verdad. La envidia es uno de los motores
principales del mundo, en mi opinión, el principal en la actualidad, todo ser
humano sufre este terrible sentimiento, el problema viene cuando tenemos envidia
del tipo in-sana, podemos hablar de dos tipos principales de envidias:
La envidia
sana -
Llamada también admiración, solo
disponible en aquellas personas que han dominado “el lado oscuro”, que son
capaces de alegrarse por alguien aunque incluso en cierto modo, les gustaría
estar en su lugar. Pero reconocen esta envidia, la dicen abiertamente, no ven
al benefactor como un “rival”, se alegran por él, he intentan aprender de algún
modo el motivo de su éxito, aprender de su experiencia.
La envidia
in-sana -
Conocida también como envidia a
secas, probablemente el peor sentimiento que se puede experimentar, lo más
peligroso de la misma es que resulta muy difícil predecir la respuesta del que
la sufre, hay quien acaba transformándola en envidia sana, otros la dejan
estar, fluir, e intentan mantenerse al margen, pero otros sacan lo peor de
ellos mismos, y atacan al benefactor…
¿Y que buscan en realidad?
Antiguamente ciertas tribus pensaban que al comerse a sus enemigos más
poderosos adquirían sus poderes y habilidades, esto no dista mucho de lo que
sucede a día de hoy, si yo hundo a una persona con éxito, es porque soy mejor
que ella, me demuestro a mi mismo que soy mejor, y de algún modo transformo mi
envidia en resentimiento, en odio, en rencor, cubriendo mi sentimiento de
envidia en vez de aceptarlo, y así se genera una competición, típica de nuestro
actual sistema de valores donde atacarnos unos a otros nos demuestra quién es
el que más vale, competimos por estar en lo alto de la torre, por ser el rey de
la cima, pero nadie es perfecto y todos acabarán destronados de un modo u otro…
aunque en ese caso bastará con aludir a lo sobrenatural, la mítica frase que
todos hemos escuchado “Todos los tontos
tienen suerte”
Así
pues, la cuestión se limita a dos temas, como puedo prevenir de sufrir la
envidia in-sana, como puedo luchar contra la envidia de los demás. Debemos
tener en cuenta de donde viene todo esto, la vida para muchos es solo
competición, cuando se compite y se es bueno viene el principal problema, estar
mucho tiempo en la cumbre nos da experiencia en este mundillo, nos hace
crecernos y sentirnos por encima de los demás, pero no nos engañemos, de toda
persona se cruce en nuestra vida, podemos aprender algo, puede que sea algo que
ya conocíamos, pero cada persona es única y diferente, y absorber su
perspectiva siempre será una ventaja… no obstante…
- ¿Qué sucede con esta gente?
- ¿Se puede luchar contra la gente con “mal de
altura”?
- ¿Estamos destinados a acabar como ellos si
absorbemos demasiadas perspectivas?
- ¿Abocados a saberlo todo, o peor aún, a creer
que lo sabemos todo?
He escuchado a muchas personas realizar una distinción, de modos
diferentes, pero siempre con el mismo sino, hablan de los grandes grupos, “las
personas que son personas” y “las personas que son gente”. Al clasificar esto
claramente se establece que el primer grupo, es un grupo de personas reducido,
selecto y exclusivo, y evidentemente el que afirma esto pertenece a ese grupo,
a la élite, a la alta sociedad, a la burguesía intelectual, todos los demás son
escoria, todos iguales y por supuesto inferiores. Sin duda es la mejor
definición del que sufre “mal de alturas”, una vez se entra en este bucle es
muy difícil salir, al intentar hacer entrar en razón a este tipo de gente
puedes, fracasar en tu intento del todo y ser “gente que no sabe de qué habla”,
o fracasar parcialmente y ser “una persona, pero humilde que no se da cuenta de
que es especial”. Como bien he comentado todo ser humano tiene una forma única
de ver la vida, pueden ser más débiles, tontos, feos, guapos, malas personas,
envidiosos, egoístas, egocéntricos… etc. pero todos tienen algo, y nadie es
mejor que nadie en ese aspecto, el aspecto que les da su perspectiva, nadie sabe más de su mundo, que el que
habita en él. Solo aquella persona que reconoce sus defectos, sus fallos,
miedos y por supuesto sus deseos es capaz de apreciar y aprender de todos, y no
caer en esta estúpida distinción de clases.
Pero el problema no es que un
grupo de personas se crean superiores a los demás, el problema es que para ser
superior hay que demostrarlo, eso no está escrito en ninguna parte, y se
demuestra de un solo modo, compitiendo con los demás, ridiculizando a la gente
que les parezca una amenaza, sobreponiendo ante todo la opinión propia, real o
imaginaria (dependiendo de si es un personaje o no)…
¿Cómo podemos
luchar contra esto?
Es simple,
esas opiniones, críticas constructivas o destructivas, deben ser filtradas y
pulidas por nosotros, a simple vista es difícil saber cuando alguien te dice
algo con el corazón o con la envidia, pero la prueba de ello es, que sí la
envidia es la que habla te intentará convencer de que te equivocas en tu
postura, si el que habla es el corazón te dirá que solo es una opinión, no
obstante de primeras el daño está hecho, pero si hemos sido fieles a nosotros
mismos, el hecho de ser juzgados no debe importarnos, pues nuestro objetivo,
era seguir nuestros deseos, y si ese deseo era lo que querías y era tuyo, no
hay nada más sincero que reconocer que lo hicimos porque salió de nosotros
mismos, de nuestro interior, y por lo tanto, no avergonzarse por ello, ni por
lo que somos. Incluso muchas veces esas críticas no vendrán de frente, vendrán
como rumores, incluso de gente que ni conocemos (y en este caso está claro que
es producto de la envidia, y con la exclusiva intención de eliminar una
potencial amenaza a la cima de su hipotética torre de valores superiores) y en
estos casos… solo debes dejarlo correr, quien eres, que quieres y que buscas
solo está en ti, ya pueden hablar todos, que si alguien te conoce como tú te
conoces sabrá quién eres, nunca nadie
sabrá más de ti que tú mismo, por eso solo debes ser fiel y sincero contigo
mismo, y mostrarte tal y como eres. ¿Cómo se aplica esto al mundo de la
seducción? Con un simple principio:
LO QUE LOS
DEMÁS PIENSEN DE TI ES IRRELEVANTE, SOLO IMPORTA LO QUE TU PIENSES DE TI.
La conclusión
es, céntrate en ti y no en los demás, y cuando quieres hacer algo hazlo, entra
a la chica que quieras, dile lo que quieras, persigue tus deseos….
PORQUE LOS
DESEOS SON ALGO PROPIO Y JAMÁS NADIE PODRÁ DECIRTE QUE DEBES DESEAR.
El primer paso
que debemos aprender para ser seductores, y es conocer de donde vienen nuestros
miedos, y este es el principal miedo que todos tenemos o hemos tenido alguna
vez, el miedo al rechazo del que nos ve actuar, el miedo al rechazo del que es
igual que nosotros… pues ahora sabemos que no hay nada que temer, solo sentir
pena por aquellos que para sentirse más tienen que hacer a los demás ser menos…
nosotros debemos ser más sin hacer a nadie menos, la clave siempre es “absorber
perspectivas” y nos confundir las “críticas de la envidia” y los “consejos del
corazón”